Excabo del Ejército denuncia fue suspendido mientras cumplía licencia tras lesión durante entrenamiento en Mao
Santo Domingo.- Un excabo del Ejército de República Dominicana, está pasando cientos de calamidades, alega que fue sacado de las filas de la institución, tras dos años de licencia médica por una lesió...
Santo Domingo.- Un excabo del Ejército de República Dominicana, está pasando cientos de calamidades, alega que fue sacado de las filas de la institución, tras dos años de licencia médica por una lesión que se produjo durante un entrenamiento en Mao.Uniformado y con bolso donde guarda unos pocos papeles, el excabo Antonio Zolin Linares Dipré, llegó hasta las instalaciones de este canal, para denunciar, que tras lesionarse la rodilla derecha mientras estaba en servicio hace dos años, un día, de repente dejó de percibir su salario como miembro del Ejercito de Republica Dominicana.Linares Dipré sostiene que sus dos hijas y su esposa pasan hambre, y él solo quiere servir a la patria y ganar el sustento para su familia.Explicó que servía bajo las ordenes de dos capitanes, que solo identificó como Angomas y Pérez Rivera, y que cuando acudió a la institución para conocer su estatus, solo le informaron que él había desertado, sin embargo, el joven mostró a este medio televisivo, una licencia médica del Hospital Central de las Fuerzas Armadas con fecha del 15 de enero de este año y que le otorgaba 21 días de reposo, que al parecer fue la última licencia antes que descubriera que figuraba como desertor.Dipré, 30 años de edad, y que su identificación ingresó al Ejercito con 24 años, narra que estando de licencia médica, perdió a su padre y contrajo deudas para cubrir los gastos fúnebres y ahora no tiene ni para comer.Telenoticias e Informativos Teleantillas intentaron obtener una reacción de las autoridades del Ejercito, lo que fue imposible, porque según el cabo Linares, quien atiende el teléfono en la Dirección de Relaciones Públicas de la uniformada, sus superiores compartían con un grupo de niños en un lindo campamento de verano en la institución, mientras el exsoldado volvía a su casa con las manos vacías.