Bolivia rechaza en Cumbre de las Américas que un país pretenda decidir unilateralmente si otro es democrático o no
En la Cumbre de las Américas, el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, rechazó este viernes que un país califique unilateralmente a otro como un Estado democrático o no democrático.
Durante su intervención en la IX Cumbre de las Américas, el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, rechazó este viernes que un país califique unilateralmente a otro como un Estado democrático o no democrático.Desde la plenaria del evento continental que se desarrolla en Los Ángeles, EE.UU., el diplomático manifestó que Bolivia "demanda respeto y reclama el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados", esto en referencia a la decisión de Washington de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de la Cumbre, alegando que sus gobiernos "no cumplen con los estándares democráticos"."Rechazamos por eso la calificación unilateral sobre qué país es o no democrático, porque esa arbitrariedad es anti-democrática en sí misma", expresó Mayta, quien recordó que "el postulado fundamental" de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresa que "cada nación tiene el derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, así como a organizarse en la forma que más le convenga".Mayta también criticó la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la Cumbre, porque con sus ausencias se pierde "toda la oportunidad de discutir" y de entendimiento. Además, dijo que la postura asumida por EE.UU. hace retornar al continente a "un pasado gris" que "parecía haber quedado atrás".El diplomático boliviano agregó que el hecho de que un país sea la sede de una Cumbre "no le da la potestad para realizar exclusiones", ni decidir por cuenta propia sobre la "casa común", o minar "el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas u otros documentos fundamentales para las relaciones internacionales".El canciller abogó para que los procesos multilaterales de integración se desarrollen sin exclusiones, y que "el respeto al derecho ajeno" y la complementariedad puedan ser "la base de una convivencia" en la que los países encuentren soluciones para los problemas comunes.