Qué significa la Navidad y por qué se celebra el 25 de diciembre
Diversas investigaciones señalan que la Navidad, celebrada cada 25 de diciembre por la religión cristiana, coincide simbólicamente con el nacimiento de Jesús de Nazaret en Belén. El término «Navidad» ...
Diversas investigaciones señalan que la Navidad, celebrada cada 25 de diciembre por la religión cristiana, coincide simbólicamente con el nacimiento de Jesús de Nazaret en Belén. El término «Navidad» proviene del latín nativitas, que significa «nacimiento». Sin embargo, la fecha exacta del nacimiento de Cristo sigue siendo un misterio, ya que no está registrada en la Biblia ni ha podido ser confirmada por otras fuentes históricas.
Esta falta de certeza ha dado lugar a múltiples teorías sobre el origen de esta tradición. Por ejemplo, no todas las personas que creen en Jesús celebran la Navidad. Los testigos de Jehová, entre otros grupos, no conmemoran esta festividad, argumentando que no hay evidencia concreta del día de su nacimiento y que Jesús solo pidió a sus seguidores recordar su muerte. También señalan que la fecha tiene posibles raíces paganas y fue establecida siglos después por autoridades religiosas.
El origen del 25 de diciembre como fecha de Navidad
Según fuentes históricas, la elección del 25 de diciembre se relaciona con tradiciones romanas. En esa fecha se celebraban las Saturnales, festividades dedicadas a Saturno, dios de la agricultura, las cuales culminaban con la fiesta del Sol Invicto, vinculada al solsticio de invierno. Investigaciones apuntan a que la Iglesia Católica adaptó esta celebración, asociando el «sol victorioso» con Cristo. En una audiencia general en 1993, el papa Juan Pablo II explicó: «A los cristianos les pareció lógico y natural sustituir esa fiesta con la celebración del único y verdadero Sol, Jesucristo, que vino al mundo para traer la luz de la verdad».
Documentos como la Nueva Enciclopedia Católica (1967) rastrean este origen y destacan que, en el siglo III, la Iglesia habría redefinido la festividad para facilitar la conversión de pueblos paganos al cristianismo. Fuentes adicionales indican que desde el pontificado del Papa Julio I en la década del 330 d.C., el 25 de diciembre se utilizaba para conmemorar el nacimiento de Jesús. Más tarde, en el año 529, el emperador Justiniano declaró la fecha como festividad oficial en el Imperio Romano.
Estas conclusiones, recopiladas a través de diferentes fuentes, arrojan luz sobre la evolución de esta celebración, que combina elementos religiosos, históricos y culturales.