República Dominicana avanza hacia la transformación fiscal con la factura electrónica
Santo Domingo.– La implementación de la factura electrónica en República Dominicana, cuyo primer gran plazo de adopción vence el próximo 15 de mayo para los grandes contribuyentes locales y medianos, ...
Santo Domingo.– La implementación de la factura electrónica en República Dominicana, cuyo primer gran plazo de adopción vence el próximo 15 de mayo para los grandes contribuyentes locales y medianos, marcará un hito en la transformación digital del sistema tributario nacional y fomentará una mayor transparencia fiscal.
La medida, impulsada por una ley en vigor desde 2023, establece una transición gradual hacia la digitalización completa del sistema de facturación, con un cronograma que se extiende hasta mayo de 2026. Entre sus principales beneficios se destacan la reducción de la evasión fiscal, la lucha contra el lavado de activos, la eliminación del uso de papel, la prevención de pérdida de documentos y la automatización de procesos administrativos.
Así lo explicó Carlos Gómez, gerente de la empresa Avansi S.R.L., representante en el país de la firma española Viafirma, especializada en soluciones de firma digital para entidades públicas y privadas, en una entrevista con la agencia EFE.
Con la adopción de los Comprobantes Fiscales Electrónicos (e-CF), la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) recibe en tiempo real los comprobantes digitales, lo que permite un monitoreo más preciso de la actividad económica y una notable disminución en los niveles de evasión fiscal.
Este nuevo sistema ha provocado un fuerte aumento en la demanda de certificados digitales. Según Gómez, Avansi –la primera entidad autorizada en el país para emitirlos– está generando entre 600 y 700 certificados mensuales desde principios de año.
La ley establece que las facturas electrónicas deben ser enviadas tanto a la DGII como al receptor a través de plataformas electrónicas conectadas a internet, utilizando un archivo en formato XML (Extensible Markup Language), un estándar que permite describir la estructura y características del documento.
Para cumplir con el proceso, los contribuyentes deben estar registrados en el Registro Nacional de Contribuyentes (RNC) y contar con un certificado digital autorizado para operaciones tributarias.
“Esto le dará aún más valor a la tecnología, porque permitirá saber en tiempo real lo que se está facturando cada día”, destacó Gómez. “Se podrá saber si hoy se están vendiendo más vehículos o más arroz, o incluso a qué hora se venden más determinados productos”, añadió.
Además, resaltó que la digitalización elimina la pérdida de documentos físicos, ya que todo queda registrado electrónicamente: “Todo el dinero que se produce en el país, en teoría, debería manejarse a través de esas facturas”, afirmó.
Gómez concluyó que este sistema generará "una enorme cantidad de información valiosa" para el país, que contribuirá a mejorar la eficiencia, fortalecer la transparencia y consolidar un ecosistema fiscal moderno.
No obstante, el proceso de adopción aún enfrenta retos. Según datos de la DGII, solo unos 2.000 de los más de 13.000 grandes contribuyentes han iniciado el proceso de certificación para migrar a la factura electrónica, aunque se están ofreciendo incentivos para acelerar su incorporación.