Envían a juicio de fondo a Emmanuel Rivera Ledesma por presunta estafa de más de RD$700 millones en proyectos inmobiliarios
SANTO DOMINGO. – El Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional ordenó la apertura de juicio de fondo contra el empresario Emmanuel Rivera Ledesma y otros seis implicados en una presunta re...
SANTO DOMINGO. – El Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional ordenó la apertura de juicio de fondo contra el empresario Emmanuel Rivera Ledesma y otros seis implicados en una presunta red de estafa que habría defraudado a cientos de personas por más de 700 millones de pesos, a través de la venta ficticia de proyectos inmobiliarios.
La decisión fue emitida por el juez Raymundo Mejía, quien acogió la acusación formal presentada por la Dirección de Persecución del Ministerio Público. El órgano persecutor imputa a los procesados por estafa agravada, falsificación de documentos, asociación de malhechores y lavado de activos.
Junto a Rivera Ledesma, enfrentarán juicio los imputados Escarlet Mercedes Cruz Figueroa, Emmanuel Eduardo Rivera Pichardo, Mirna Catalina Rivera Ledesma, Reilin Arismendy Rosario García y Juan Omar Rosario López, además de las empresas Inmobiliaria Diseños Arquitectónicos (INDIARDQ) y CDR Equipos Pesados.
El tribunal ordenó mantener en prisión preventiva a Rivera Ledesma y a Rivera Pichardo, mientras que al resto de los acusados les modificó las medidas de coerción, imponiéndoles garantía económica, impedimento de salida del país y presentación periódica ante el juez.
Asimismo, el magistrado dictó auto de no ha lugar a favor de otros cuatro encartados, al considerar que las pruebas presentadas en su contra eran insuficientes, por lo que ordenó levantar las medidas coercitivas que pesaban sobre ellos.
De acuerdo con el expediente, los imputados habrían utilizado empresas fachada para comercializar viviendas en al menos siete proyectos inmobiliarios inexistentes, valiéndose de una falsa imagen de respaldo por parte de figuras públicas. La investigación también reveló un estilo de vida lujoso sostenido con fondos obtenidos de las víctimas, así como intentos de entorpecer las pesquisas y disuadir a nuevos denunciantes.