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Internacionales

Cardenales celebran misa en San Pedro antes de elegir al sucesor del papa Francisco

El proceso para elegir al nuevo papa ya está en marcha. Este miércoles, los 133 cardenales con derecho a voto todos menores de 80 años comienza formalmente el cónclave en el Vaticano, el rito milenari...

Redacción • May 7, 2025 9:24 am
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El proceso para elegir al nuevo papa ya está en marcha. Este miércoles, los 133 cardenales con derecho a voto todos menores de 80 años comienza formalmente el cónclave en el Vaticano, el rito milenario mediante el cual se elige al sucesor del fallecido papa Francisco.

La jornada abrió a las 10:00 (hora local) con la tradicional misa “Pro eligendo Pontifice”, celebrada en la basílica de San Pedro y presidida por el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. Durante la homilía, el purpurado llamó a los electores a actuar con discernimiento, oración y responsabilidad en un momento crucial para la Iglesia católica.

A las 16:15, los cardenales se congregarán en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, donde iniciará la procesión solemne hacia la Capilla Sixtina. Durante el recorrido entonarán las letanías y el himno Veni Creator Spiritus, invocando la asistencia del Espíritu Santo en la elección.

Uno a uno, los cardenales ingresarán en la histórica capilla, donde hicieron su juramento de secreto ante el Evangelio. Acto seguido, el maestro de ceremonias pontificio, mons. Diego Ravelli, pronunciará el tradicional “Extra omnes” “fuera todos”—, ordenando la salida de todas las personas ajenas al cónclave y procediendo al cierre de las puertas.

La Basílica de San Pedro, en el Vaticano, durante la mañana en la que se dará comienzo al Cónclave 2025 (Guglielmo Mangiapane/REUTERS)

Quedan pocas horas para que los cardenales encargados de elegir al nuevo Pontífice sean “encerrados bajo llave” hasta que el Cónclave de 2025 tenga un resultado definitivo. Este miércoles 7 de mayo, el Vaticano acoge el comienzo de un proceso que finalizará con una sucesión para el papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, y en el que participarán 133 cardenales electores de todo el mundo.

En este nuevo proceso para definir al sumo pontífice, participan 133 cardenales de 70 países, de los cuales 107 fueron nombrados por Francisco, 21 por Benedicto XVI y los 5 restantes fueron designados por Juan Pablo II

Ya está en marcha el proceso que engloba el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, y con él resurgen las complejidades y las sorpresas inherentes a este ritual milenario. En medio de especulaciones y expectativas, surge una vez más la frase célebre de Juan Pablo Cafiero: “Quien entra Papa, sale cardenal”. Esta máxima, repetida en los pasillos del Vaticano, se refiere a las impredecibles dinámicas en juego durante la selección de un nuevo pontífice.

El cardenal Giovanni Battista Re oficia la misa funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el 26 de abril de 2025. REUTERS/Yara Nardi

El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, pidió que “sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo”.

En el corazón de un mundo que exige inmediatez, donde la información se despacha en segundos y los ojos se multiplican en miles de cámaras y pantallas, el Vaticano anuncia la elección de su nuevo Papa como hace cien años: con humo. No hay pantallas LED, ni notificaciones push, ni tuits en vivo desde la Capilla Sixtina. Solo una chimenea estrecha, un silencio sellado por el juramento, y un lenguaje arcaico que se eleva al cielo romano como un susurro antiguo: blanco, sí; negro, no.

Fotografía de archivo del cardenal uruguayo, Daniel Sturla, en el atrio de la Catedral Metropolitana, en Montevideo (Uruguay). EFE/Hugo Ortuño

Los días en Roma son más intensos de lo que Daniel Sturla imaginó. El arzobispo de Montevideo, designado cardenal por el papa Francisco en 2015, vivió la previa al primer cónclave entre charlas de pasillo informales, que era una suerte de recreo en los que se manejaban los posibles nombres.

Unos 5.000 fieles acudieron a la basílica de San Pedro para participar en la misa Pro eligendo pontifice, celebrada esta mañana y presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re, en el inicio de la jornada previa al cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco.

La ceremonia reunió también a más de 200 cardenales, obispos y religiosos, mientras en la plaza de San Pedro pequeños grupos de personas seguían el rito desde las pantallas exteriores. A pesar de la amenaza de lluvia y del cierre de la basílica al público general, el acto congregó una notable asistencia, aunque sin las aglomeraciones habituales de otras ocasiones.

El acceso a la plaza estuvo controlado por filtros de seguridad policial, mientras que cientos de periodistas se distribuyeron entre la plaza Pío XII y las plataformas montadas para dar cobertura a la jornada.

El cardenal Giovanni Battista Re llamó a la unidad de la Iglesia en la misa previa al Cónclave

En la homilía de la misa previa al Cónclave, celebrada en la basílica de San Pedro, el cardenal decano Giovanni Battista Re instó a los cardenales electores a “mantener la unidad de la Iglesia” en un momento que calificó como “difícil, complejo y convulso”.

En su mensaje, subrayó la trascendencia de la decisión que se avecina y pidió a los electores dejar de lado “cualquier consideración personal” durante el proceso de votación.

“La unidad debe prevalecer en este momento de gran importancia para la Iglesia”, sostuvo el cardenal.

Los medios del Vaticano cubrirán en 11 idiomas el inicio del Cónclave

Este miércoles por la tarde, a las 16.30 (hora local), los cardenales electores ingresarán formalmente en la Capilla Sixtina para prestar juramento y dar inicio al Cónclave, con el tradicional llamado Extra omnes, tras el cual se cerrarán las puertas y comenzarán las votaciones para elegir al nuevo papa.

La ceremonia será transmitida en directo por los medios del Vaticano en 11 idiomas, lo que permitirá a fieles de todo el mundo seguir el momento simbólico que marca el inicio del proceso más reservado y solemne de la Iglesia católica.

Además, la cobertura incluirá interpretación en lengua de señas en inglés, español e italiano, reforzando el acceso inclusivo a una de las ceremonias más esperadas por millones de personas.

El miércoles 7 de mayo de 2025 quedará marcado en los anales de la historia. Y es que, a partir de las 16:30 horas, dará comienzo en la Ciudad del Vaticano el cónclave que decidirá el futuro más próximo de la Iglesia Católica, el nombre de quien sucederá al recientemente fallecido Papa Francisco. Toda la atención del planeta estará puesta en la Capilla Sixtina, donde se desarrollan las votaciones que pueden prolongarse por varios días. Esta elección, que requiere un régimen de clausura extremo para los cardenales, está rodeada de misterio, curiosidades y anécdotas, un enigmático proceso que nos deja grandes y pequeñas preguntas.

Gregorio X, el pontífice olvidado que inventó el sistema que para elegir al nuevo Papa

Gregorio X instituyó el cónclave en 1274 como respuesta a la crisis de una elección papal de casi tres años (Bibliothèque nationale de France)

Ante la muerte de Francisco, vuelve al centro del debate una figura poco recordada pero crucial: Gregorio X, el pontífice que en 1274 instituyó el cónclave tras una crisis que mantuvo vacante el trono papal durante casi tres años.

Cuando el mundo escucha las palabras “Habemus Papam”, el momento no solo anuncia un nuevo líder para la Iglesia Católica, sino también el nacimiento de una nueva identidad espiritual. El nombre elegido por el pontífice recién electo no es una formalidad: es su primera decisión como Papa, cargada de simbolismo y resonancia histórica. Esta práctica, que hoy parece inseparable del papado, no siempre fue así.

El purpurado francés, de larga trayectoria diplomática y hombre de confianza del difunto Francisco, será el encargado de pronunciar el tradicional “Habemus papam” desde la logia de la basílica de San Pedro.

El próximo anuncio del nuevo pontífice estará a cargo del cardenal Dominique Mamberti, un discreto y experimentado diplomático de la Santa Sede que a sus 73 años se prepara para pronunciar una de las frases más emblemáticas del Vaticano: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam!” (“Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos papa!”).

Francisco murió el 21 de abril y desde entonces han sonado varios nombres como papables, pero son especulaciones. Solo el color de las fumatas y el paso de los días permitirá saber quién será el próximo pontífice

Extra omnes.Una vez se pronuncien esas palabras en latín esta tarde, las puertas de la Capilla Sixtina se cerrarán, dejando enclaustrados ‘bajo llave’ a los 133 cardenales entre los que se encuentra el nuevo papa de la Iglesia católica. Es en ese preciso momento en el que arrancará oficialmente el cónclave y el peso de la historia caerá sobre los hombros de esos hombres venidos de cada rincón del planeta para celebrar en el Vaticano una votación cargada de secretismo y aislamiento para elegir al líder espiritual de los católicos en el mundo, una población de más de 1.406 millones de personas, el 17,7% de la mundial (según datos del propio Vaticano de 2023).

Los cardenales celebran la misa previa al cónclave en San Pedro antes de elegir al sucesor del papa Francisco

Los cardenales de todo el mundo se encuentran reunidos este miércoles en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, para participar de la misa “Pro eligendo Pontifice”, la última ceremonia pública antes de iniciar el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco.

La celebración está siendo presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, y marca el comienzo formal de una jornada clave para la Iglesia católica. Con esta eucaristía solemne, los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— invocan al Espíritu Santo para guiar sus deliberaciones en la elección del nuevo pontífice.

La misa antecede el ingreso a la Capilla Sixtina, previsto para la tarde, donde los purpurados serán encerrados bajo juramento y aislados del mundo exterior para comenzar las votaciones. Según el protocolo, solo entonces el mundo sabrá si habrá humo negro o blanco desde el techo del Vaticano.