¿En qué piensan ellas? Las fantasías sexuales más frecuentes entre las mujeres
Las mujeres han comenzado a expresar con mayor libertad sus deseos, preferencias y fantasías sexuales En el gran universo del deseo, la lujuria y las relaciones sexuales, las fantasías sexuales femeni...
Las mujeres han comenzado a expresar con mayor libertad sus deseos, preferencias y fantasías sexuales
En el gran universo del deseo, la lujuria y las relaciones sexuales, las fantasías sexuales femeninas continúan generando curiosidad, cuestionamientos y cada vez más, espacios de conversación abierta.
En los grupos de mujeres, ya no se callan lo que imaginan, son temas abiertos entre amigas y parejas, aunque aun muchas prefieren mantenerlo en el terreno privado. Sin embargo, al margen de los tabúes, hay patrones que se repiten con frecuencia cuando se les pregunta: ¿Qué te excita con solo pensarlo? ¿Qué fantasía tienes? ¿Cuál te falta por cumplir?
En una conversación en esta redacción, las fantasías más comunes destacadas fueron las siguientes:
Tríos: El deseo de estar con dos personas a la vez, ya sea 2 hombres y una mujer o 2 mujeres y un hombre, es una de las fantasías más recurrentes. La combinación de atención múltiple representa para muchas una posibilidad de experimentar placer sin límites.
Orgías: El deseo de participar en encuentros sexuales grupales, donde la libertad y la ausencia de restricciones marcan el ritmo, también aparece con frecuencia.
Sexo en público: El morbo de ser descubierta o de romper con las normas sociales también excita. Desde un baño público, dentro del carro, en un parqueo del malecón o en un museo, la adrenalina que genera lo prohibido y que te encuentren en el acto se vuelve una chispa poderosa para la excitación.
Ser observada: Ya sea en vivo o a través de una cámara, hay mujeres que fantasean con ser el centro del deseo ajeno. Sentirse observada mientras tiene relaciones puede ser excitante para algunas.
Sexo con otra mujer o con una persona trans: Aunque no se identifiquen como lesbianas o bisexuales, muchas mujeres han fantaseado con encuentros del mismo sexo. La atracción por lo desconocido, la ternura o la diferencia en la forma de tocar, generan una curiosidad difícil de ignorar.
¿Y las demás?
Estas fantasías, aunque sean las más mencionadas, no representan la totalidad del espectro. Existen otras, mucho más íntimas, no verbalizadas o que todavía permanecen bajo un velo de pudor. Algunas mujeres sueñan con ser dominadas y otras con dominar. Algunas desean revivir experiencias con personas del pasado, otras imaginan escenarios de sumisión simbólica, están las que fantasean con su jefe, su vecino.
Lo cierto es que no hay una única forma de desear, y en el deseo no hay reglas fijas, solo pulsiones personales que surgen de la historia, la experiencia y la imaginación de cada mujer.
