Gaza al borde del colapso: hambre, muerte y desesperación tras 21 meses de guerra
Gaza. – Veintiún meses después del inicio de la ofensiva militar israelí en Gaza, el enclave palestino enfrenta una catástrofe humanitaria sin precedentes: la población muere de hambre o a manos del f...
Gaza. – Veintiún meses después del inicio de la ofensiva militar israelí en Gaza, el enclave palestino enfrenta una catástrofe humanitaria sin precedentes: la población muere de hambre o a manos del fuego israelí mientras intenta acceder a ayuda. La crisis ha despertado creciente condena internacional, incluso entre algunos de los aliados históricos de Israel.
Según Naciones Unidas, más de mil personas han muerto desde finales de mayo al intentar conseguir alimentos, muchas de ellas abatidas por fuerzas israelíes cerca de puntos de distribución de ayuda. Estos operativos están vinculados a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una organización recientemente establecida con apoyo de Israel y Estados Unidos para asumir funciones logísticas que antes desempeñaban agencias de la ONU.
No obstante, lejos de mejorar la situación, GHF ha sido duramente criticada por su ineficacia y por operar en condiciones que exponen a la población a nuevos riesgos. La ONU denuncia que cientos de palestinos han muerto cerca de sus centros de distribución, lo que plantea serias dudas sobre el modelo de asistencia y la seguridad en torno a esta nueva estructura.
El panorama en Gaza es desolador. Los 2,1 millones de habitantes del enclave sufren una inseguridad alimentaria generalizada. De acuerdo con datos difundidos el martes por el Ministerio de Salud de Gaza, unos 900.000 niños padecen hambre y 70.000 presentan ya síntomas graves de desnutrición.
¿Cómo se llegó a este punto?
La crisis humanitaria se intensificó drásticamente tras el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la ofensiva militar más amplia de Israel en Gaza en décadas. En respuesta, el gobierno israelí impuso un asedio total al enclave, cerrando los cruces fronterizos, cortando el suministro de bienes esenciales y limitando severamente la entrada de ayuda humanitaria.
Antes del conflicto, Gaza ya era considerada una de las zonas más densamente pobladas y aisladas del planeta. El territorio, de apenas 265 kilómetros cuadrados, ha estado bajo bloqueo terrestre, aéreo y marítimo israelí desde 2007, lo que restringe drásticamente el movimiento de personas y mercancías. Incluso en tiempos de relativa calma, más de la mitad de la población vivía por debajo del umbral de la pobreza y enfrentaba inseguridad alimentaria.
La entrada de ayuda humanitaria se ha reducido drásticamente desde el inicio de la guerra. Mientras que antes del conflicto ingresaban entre 500 y 600 camiones diarios, el promedio actual es de apenas 28 camiones por día, según un reciente informe de varias ONG internacionales. No está claro si esta cifra incluye los vehículos utilizados por GHF.
En este contexto, organizaciones humanitarias, la ONU y diversos gobiernos han intensificado sus llamados para un alto el fuego inmediato, un acceso seguro y sin restricciones a la ayuda, y el restablecimiento de los mecanismos internacionales de asistencia.