La tribu que cautiva al mundo: una comunidad en Indonesia con ojos azules por un raro síndrome genético
En una remota isla del archipiélago indonesio, un simple cruce de miradas puede desconcertar a cualquier visitante. Allí, en la región de Buton, vive una comunidad cuyos habitantes poseen ojos de un a...

En una remota isla del archipiélago indonesio, un simple cruce de miradas puede desconcertar a cualquier visitante. Allí, en la región de Buton, vive una comunidad cuyos habitantes poseen ojos de un azul intenso y luminoso, un rasgo que ha generado fascinación global desde que el fotógrafo Korchnoi Pasaribu difundió una serie de retratos que se hicieron virales.
El fenómeno no se debe a la herencia europea ni a modificaciones artificiales, sino al síndrome de Waardenburg, un trastorno genético poco frecuente que altera la pigmentación del iris, la piel y el cabello. Aunque en muchos casos se asocia a pérdida parcial o total de audición, en esta comunidad el rasgo se manifiesta con una estética impactante que los distingue del resto de Indonesia, un país donde los ojos oscuros son la norma.
Las imágenes de Pasaribu revelan miradas profundas, con destellos azulados que contrastan con los tonos cálidos de la piel y los paisajes tropicales de la isla. Los retratos se han convertido en una ventana hacia una realidad poco conocida: familias enteras donde el azul del iris se repite generación tras generación, transformando lo que en otros lugares sería un rasgo aislado en un sello cultural visible.
Más allá del asombro, la historia de la tribu de Buton recuerda la diversidad genética del ser humano y cómo la ciencia puede explicar fenómenos que, a primera vista, parecen mágicos. En este rincón remoto de Indonesia, la belleza y la genética se entrelazan en miradas que desafían la lógica y capturan la atención del mundo.






