Prada desata debate global con un “imperdible” de lujo lanza un alfiler minimalista de USD 775
Prada volvió a colocarse en el centro de la conversación mundial tras presentar uno de los accesorios más inesperados —y polémicos— de la temporada: un alfiler de gancho, comúnmente conocido como impe...

Prada volvió a colocarse en el centro de la conversación mundial tras presentar uno de los accesorios más inesperados —y polémicos— de la temporada: un alfiler de gancho, comúnmente conocido como imperdible, con un precio de 775 dólares. La pieza, fabricada completamente en metal, apuesta por una estética minimalista que reafirma el sello distintivo de la marca italiana, aunque también ha levantado intensas discusiones en redes sociales por su concepto y elevado costo.
El accesorio, presentado dentro de la nueva línea de complementos de la firma, busca reivindicar el poder del diseño sencillo llevado al extremo. Según Prada, su propósito no es adornar, sino transformar una prenda con un “gesto” sutil, demostrando que incluso los objetos más cotidianos pueden elevarse a categoría de lujo cuando están ejecutados con precisión, materiales premium y una identidad visual depurada.
La propuesta ha sido interpretada por expertos como un guiño a la corriente del lujo silencioso, una tendencia que prioriza la calidad y el diseño por encima de los logotipos llamativos. Sin embargo, el concepto no ha estado exento de controversias. En plataformas digitales, miles de usuarios reaccionaron con asombro —y memes— al precio del imperdible, comparándolo con objetos similares que pueden adquirirse por menos de un dólar.
Pese a las críticas, la casa de moda italiana defiende la pieza como un ejercicio conceptual que busca resignificar lo cotidiano dentro del universo del lujo. Para Prada, este accesorio no intenta ser práctico, sino un símbolo de estilo, sofisticación y provocación intelectual, características que han marcado buena parte de su trayectoria creativa.
Con este lanzamiento, la marca reafirma su apuesta por el diseño disruptivo y conserva su habilidad para generar conversación global, posicionándose una vez más en la frontera entre la alta moda, el arte y la polémica.






