Apaga el celular y enciende la Navidad
En medio de risas, abrazos y mesas compartidas, hay un invitado silencioso que suele colarse sin permiso en cada encuentro familiar: el teléfono móvil. Ese mismo que durante todo el año nos roba tiemp...
En medio de risas, abrazos y mesas compartidas, hay un invitado silencioso que suele colarse sin permiso en cada encuentro familiar: el teléfono móvil. Ese mismo que durante todo el año nos roba tiempo, atención y conversaciones, hoy vuelve a intentar ocupar el centro de la escena en una de las noches más especiales del año.
La invitación es clara: dejarlo a un lado. Que el celular sirva solo para capturar uno que otro recuerdo, una foto que más adelante nos arranque una sonrisa, pero que no interrumpa lo verdaderamente importante: la conexión real con quienes tenemos cerca.
Pasamos meses esperando reunirnos con nuestros seres queridos, contando los días para un reencuentro, para una cena compartida o una conversación sin prisas. Sin embargo, muchas veces, cuando ese momento finalmente llega, lo dejamos escapar entre pantallas, notificaciones y mensajes que pueden esperar.
La Navidad no se mide por los regalos bajo el árbol ni por las luces encendidas, sino por los recuerdos que construimos, las palabras que compartimos y los abrazos que damos sin mirar el reloj. Es una oportunidad para mirarnos a los ojos, escuchar historias repetidas que igual emocionan y reír hasta que duela el estómago.
Esta Nochebuena, apaga el teléfono, levanta la mirada y abraza fuerte. Porque los mejores recuerdos no se guardan en la galería del celular, sino en el corazón.
