¿Por qué empieza el año el 1 de enero?
El Año Nuevo se celebra el 1 de enero en la mayoría de los países porque se basan en el calendario gregoriano, que estableció este día igual que su antecesor, el juliano. No obstante, hay países ...
El Año Nuevo se celebra el 1 de enero en la mayoría de los países porque se basan en el calendario gregoriano, que estableció este día igual que su antecesor, el juliano. No obstante, hay países que se rigen por otros calendarios y conservan sus fechas tradicionales para celebrar la llegada del nuevo año.
Del calendario romano al gregoriano
El precedente más remoto del calendario gregoriano es el primero de la Antigua Roma. El calendario romano constaba de diez meses de veintinueve días cada uno, y el año comenzaba en marzo, con el inicio de la primavera. Más tarde, por influencia griega, el año pasó a tener doce meses. Este calendario lo gestionaban los pontífices, quienes interpretaban el tiempo a través de las fases de la luna. Su labor influía en la vida de la población, pues determinaba las cosechas, el cobro de los salarios o los ritos religiosos.
El año duraba entonces 304 días, lo cual generaba desfases en la vida de la población. Además, la gente pagaba a los pontífices para que acomodasen los meses a sus necesidades, por lo que las estaciones se descuadraron aún más. Para corregirlo, Julio César estableció un nuevo calendario en el año 46 a. C.: el calendario juliano. En este los años eran de 365 días y seis horas, divididos en doce meses. Asimismo, estableció que el año comenzaba el 1 de enero, pues era cuando los cónsules tomaban posesión del cargo.
Pese a su precisión, el calendario juliano establecía que el año duraba once minutos y catorce segundos más de lo que dura la traslación de la tierra. Este pequeño desfase retrasaba cada año la fecha oficial once minutos respecto a la fecha astronómica. Tras un milenio y medio de vigencia, el retraso había llegado a los diez días. Para arreglarlo, el papa Gregorio XIII estableció en 1582 el calendario gregoriano, que desde entonces rige la mayoría del planeta. Se determinó que cada año duraba 365 días, cinco horas, 48 minutos y 46 segundos. Además, para ajustar la fecha oficial se pasó directamente del 4 al 15 de octubre.