Skip to content
Salud

Un diagnóstico tardío casi le cuesta la vida y arranca sus sueños de ser madre

Por Escarlen Batista –  Hace 8 años una cirugía de emergencia que casi le cuesta la vida y arrojo un diagnóstico que nunca se esperaría. Esta es la historia de Vileysi Espinal, quien a sus 27 años se ...

Informativos Teleantillas • March 17, 2025 12:24 pm
compartir en:
Post thumbnail

Por Escarlen Batista –  Hace 8 años una cirugía de emergencia que casi le cuesta la vida y arrojo un diagnóstico que nunca se esperaría. Esta es la historia de Vileysi Espinal, quien a sus 27 años se enteró que padecía Endometriosis.

Vileysi, una joven de orígenes humildes, como toda niña le fue normalizado su dolor menstrual, desde los 11 años la única regla que recuerda no fue dolorosa, fue la primera.

Justo allí, inicio su calvario. Cada mes que venia su periodo esta sufría escalofríos que para una niña era muy confuso pero la respuesta a eso de su madre en medio de su desinformación era “Eso es normal, saliste a mí que me duele mucho la regla también”, sustentada que cuando era llevada a emergencias, le indican un analgésico para el dolor y paños tibios en el área pélvica, que esto ayudarían a calmar el dolor y la inflamación.

Esta joven, recuerda todo lo vivido en sus días de estudios en la escuela básica y secundaria, ¨las veces que subiendo la bandera en la escuela el dolor era tan fuerte que me mareaba casi desmallada o las veces que llamaban a mis padres que yo estaba mala; y todo continuo así año tras año, todos los meses mi menstruación era una enfermedad que duraba de 4 a 5 días y tenía que resignarme que eso iba ser así pasar siempre¨ añade que el consuelo que recibía era que  “quizás cuando tenga hijos eso se te quita” que era lo que muchas personas decían en base a su experiencia de menstruaciones dolorosas y lo “normal” que era, mientras las pastillas e inyecciones de calmantes y analgésicos la acompañaban mes tras mes, unas veces haciendo efecto, otras, pasando desapercibidos, terminando en una sala de emergencias.

Tenía que vivir con un entorno de personas incluyéndose, ignorantes del tema y muchas de ellas insensibles que decían “eso duele, pero no es para tanto” “eres muy ñoña” “yo con la menstruación hago de todo” “eso no te impide hacer las cosas” “y por eso es por lo que ella esta así” entre otras cosas.

Los años seguían pasando para Vileysi, y como tenía un ciclo menstrual regular, mes tras mes se preparaba para lo que le esperaba, pero los síntomas cada vez sorprendían más; mientras que todos los estudios y consultas arrojaban que todo estaba bien en ella y su sistema reproductor, lo más que le diagnosticaban eran simple quistes.

Como todo estaba bien no había excusas para faltar a clases, trabajo y demás en esos días difíciles para ella; lo que tocaba era tomar analgésicos o colocarse una inyección, con el clamor de que hiciera efecto rápido.

Inicio su calvario; Un sábado por la noche una amiga la invita a salir, la llama y le dice “vamos a dar una vuelta te paso a buscar¨. Esa noche salí con ella y cuando regresamos que me va iba dejar en el apartamento que compartía con otra amiga y ese día no iba dormir allá, le dije: Espérame que me voy contigo para no quedarme sola esta noche (una de las tantas pruebas de que Dios nunca me ha dejado sola en este proceso) porque quedarme a dormir sola nunca había sido un problema para mí, indico.

Ella continua: En horas altas de la madrugada ya en casa de mi amiga comenzaron los dolores como eran de costumbre horas previas a bajarme la regla. Me levanto y le digo a mi amiga ¿tienes algo para el dolor? porque me está doliendo mucho, me da un calmante que enseguida tomo y me recuesto, pero el dolor no cesa y estoy hasta sudando frio, mareada y con náuseas. Poco tiempo después mi cuerpo rechaza el medicamento y lo vomito, mientras el dolor me sigue incapacitando termina de amanecer, al pasar las horas el dolor reduce por minutos, pero cuando aumentaba cada vez era peor ya casi a las 11 de mañana del domingo 6 agosto del 2017 (día que marco mi vida) le digo a mi amiga ya no aguanto más llévame a emergencias.

Mi amiga tomó el vehículo de su madre y cogió conmigo a Emergencias, mi dolor era tan desesperante que no sentía que avanzábamos y le decía “Por favor date rápido”. Cuando llegamos a puerta de la emergencia ella grita “Por favor venga alguien” se acerca el camillero y pregunta que le pasa y mi amiga responde “le llego periodo y le duele mucho” ahí solo escuche que alguien dijo “y por eso esta ella así” no me sorprendió, pues no era la primera vez, pero en ese momento me dolió más pues era el dolor más intenso que había experimentado en mi vida porque sentía que me estaba muriendo y destrozando por dentro.

Desde que entró a emergencias me evalúan y me mandan hacer las analíticas y una sonografía, posterior a eso me medican y sigo con el dolor y vuelven a medicarme. Cuando sale el resultado de la sonografía el ovario derecho tiene 3 veces el tamaño que debería tener uno normal, se le había explotado un quiste dentro y estaba haciendo hemorragia.

El emergenciólogo me pregunta que, si mi ginecólogo era de esa misma clínica y le indico que no, entonces me dice que el ginecólogo de turno de ese día no se encontraba en la clínica y venia de camino porque tenían que operarme.  Eso ocurrió alrededor de la 1:30 de la tarde y el ginecólogo llego más de 4 horas después.

De inmediato, inicia la preparación para la cirugía, tan pronto entra a quirófano el médico sin filtro alguno le dice “si quieres tener hijos vas a tener que hacerlo ahora para ver si puedes porque esto está muy feo” y repetía “esto esta feo”.

Mientras avanzaba la cirugía que tardo 2 horas, Vileysi recuerda que comenzó a llorar y el ayudante del Dr. le dijo “confía en Dios que es el único que sabe y me agarro la mano”.

Trascurrido el tiempo de operación, al salir de la sala, afuera la esperan parte de sus amigos/familiares, al verlos solo le sale decir “no voy a poder tener hijos” su única respuesta fue ¨no hables que te hace daño¨, ella repite con dolor “el medico me dijo que no voy a tener hijos”.

Desde muy joven había planificado su futuro, su meta era tener sus hijos a los 30 años, pero en ese momento la vida le estaba diciendo que las cosas no iban a ser como las había planeado, ya que según el medico era en ese momento o nunca; tenía 27 años en ese entonces.

La falta de tacto por parte del medico no mermo, pues este ingresa a la habitación y delante de todos los presentes le dice: “Te voy a hablar claro si no te planificas para salir embarazada ahora nunca vas a poder tener hijos, tienes que hacer un tratamiento para controlar tu condición y de una vez tienes que salir embarazada¨.

La reacción por parte de los presentes fue inmediata, el miedo al diagnóstico y el enojo por la forma de comunicarlo, a lo que ella con coraza responde: “tranquilos que él me dijo eso en plena operación” haciéndose la fuerte. Luego el medico explica que tuvo que extirparle el ovario derecho porque estaba totalmente dañado por las adherencias causadas por la Endometriosis.  Ya la condición tenía un nombre, pero Vileysi repetía en su cabeza, ¿Qué es?.

Inician las cuestas arriba para esta joven de 27 años, que en plena juventud se encuentra totalmente a oscuras frente a un diagnóstico al que debe enfrentarse.

Pasada la cirugía, acude a consulta con el médico que realizo la cirugía, este le indica que iniciarían un tratamiento porque había que cuidar el único ovario que le quedaba.

En primera instancia el tratamiento sería por 3 meses, de una inyección por mes y que esta como efecto secundario induciría la menopausia. Además, estas inyecciones tenían un costo 12 mil pesos individuales. En ese momento se le nublo la vista y el pensamiento, pues en ese momento su salario a penas le alcanzaba para subsistir.

Sus padres sobrepasando sus posibilidades pagaron el tratamiento y mes tras mes acudía a consulta para colocarse la inyección.  Hasta ahí todo bien, “estaba controlada la Endo”.

Pasados los tres meses del tratamiento inicial, vuelven a aparecer las adherencias y el galeno le sugiere repetir el tratamiento. Justo ahí, el mundo se le viene arriba a Vileysi, quien no cuenta con los recursos económicos para costearlo nuevamente, unos padres endeudados y la presión física y emocional de que se quedaría sin hijos.

A esto se le añade que en ese entonces no tenia pareja, ¡el mundo se le venia arriba! La desesperación se apodero de esta joven de 27 años e inicio con la búsqueda de otras opiniones y es cuando consigue un especialista que le ayudaría a conseguir un tratamiento más asequible para su economía.

Aquí comienza a ver la luz en un túnel totalmente a oscuras, aunque el doctor no contaba con una especialidad, tenía amplios conocimientos y es quien la orienta sobre su enfermedad y comienzan con el control de esta para cuando pueda iniciar su proceso de maternidad.

Este doctor le aplica un tratamiento más accesible a su economía y con menos efectos secundarios, ahí es cuando conoce Visanne; este doctor fue el primero en indicarle el examen de la CA-125 para confirmar el nivel de la Endometriosis, ¨Cuando busque en Google que era tener esa proteína alta es otro cuento, casi me da algo pensado que tenía cáncer de ovario¨ indica Espinal.

Al llevar los resultados es que recibe el diagnóstico oficial, tenía Endometriosis Tipo 4 el nivel más alto en su escala.

Así paso un tiempo en tratamientos y la Endo controlada pero una vez terminados estos, al poco tiempo volvían las adherencias y con ellas los fuertes dolores, analgésicos, inyecciones y emergencias, pero sobrellevando el proceso.

¨Oro mucho y pido mucha fuerza a Dios. Aún no he tenido que tratarme con un profesional emocionalmente y no te niego que lo he necesitado porque he estado sumergida en la desesperación por los dolores, mi infertilidad y los efectos de algo que todavía no le ven como un problema de salud significativo y hay que vivir “normal”.

Su lucha contra la infertilidad

A inicio del 2019, Vileysi junto a su pareja decide intentar buscar un hijo.  Comenzaron los estudios y tratamientos de fertilidad, pasaron los meses y los resultados no son muy alentadores y es cuando deciden buscar opciones de técnicas de reproducción asistida en Santo Domingo ya que en Puerto Plata no había opciones de este tipo y aunque vivía allí era de Santo Domingo y ahí estaba casi toda su familia, además justo a inicio de año se quedó sin trabajo y podía quedarse más tiempo en la capital.

En noviembre, su ángel en la tierra, así describe a su doctora de cabecera, le indico una Laparoscopia Ginecológica Diagnostica, para conocer desde adentro como estaban los órganos y también aprovechar y quitar un poco de adherencias.

Vileysi inicio el tratamiento médico, para iniciar el proceso de inseminación artificial, la cual tuvo dos sin resultado satisfactorio.

Con el paso del tiempo y los intentos fallecidos, la pareja decidió prepararse mental y económicamente, para una fecundación In-vitro que tenía una tasa más alta de posibilidad.

¨Nunca perdí la fe, las esperanzas muchas veces si, te puedo decir que, los dolores causados por la Endo para mí no son tan graves como el dolor que sentía en cada prueba o diagnostico negativo, cada vez que recibía uno sentía que se me iba la vida, pero nunca perdí la fe de que el tiempo de Dios era perfecto¨.

La In-vitro funciono y hoy Vileysi disfruta de una preciosa niña.

El parto, también fue de conocimiento para ella y sus especialistas, ya que al momento de la cesárea descubrieron que el útero está pegado de los intestinos con adherencias de la endometriosis y debe batallar con ello.

Como mujer que vive con endometriosis, esta joven conoce lo difícil y costoso que puede ser acceder a un diagnóstico y a un tratamiento efectivo.

¨Esta es una enfermedad crónica que no solo afecta la salud física, sino también la emocional, laboral y social. Muchas mujeres pasan años sin un diagnóstico, sufriendo dolores incapacitantes sin recibir el apoyo médico necesario no solo por el desconocimiento sino también por no tener acceso a médicos especializados¨, por lo que espera que pronto el país cuente con leyes y programas especiales para quienes deben vivir con este diagnóstico.