Trump acusa a Sudáfrica de “genocidio blanco”
Washington, D.C. – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó este miércoles un encuentro explosivo con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al acusar a Sudáfrica de cometer u...
Washington, D.C. – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó este miércoles un encuentro explosivo con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al acusar a Sudáfrica de cometer un “genocidio” contra la minoría blanca afrikáner, durante una reunión en la Casa Blanca que rápidamente escaló en tensión y controversia.
El momento más álgido se produjo cuando Trump ordenó proyectar un video de casi cinco minutos con discursos incendiarios de políticos africanos y escenas de tumbas y cruces, que según él, evidencian una “campaña de exterminio” contra agricultores blancos. Ramaphosa, visiblemente incómodo, negó categóricamente la existencia de tal genocidio y calificó la narrativa como “infundada y peligrosa”.
“Si realmente hubiera un genocidio, créame, no estaría aquí mi ministro de Agricultura, que es afrikáner”, replicó Ramaphosa ante los medios, desmontando el argumento del exmandatario con hechos y datos.
El mandatario sudafricano recordó que la criminalidad afecta a todos los sectores sociales del país, y que la mayoría de las víctimas de violencia no son blancos, sino negros. Defendió además la ley de expropiación de tierras —vigente desde marzo— como un mecanismo constitucional para corregir las desigualdades históricas del apartheid.
Sin embargo, Trump insistió en su postura y aseguró tener “miles de testimonios” que respaldan su teoría. “Los están ejecutando, y resulta que son blancos, y en su mayoría agricultores. Es muy preocupante”, declaró.
Tensión diplomática en aumento
El encuentro es solo el último episodio en un deterioro progresivo de las relaciones entre ambos países. En marzo, Trump suspendió la cooperación exterior con Sudáfrica por su política de expropiación sin compensación y por sus críticas a Israel en el contexto del conflicto en Gaza.
Además, el exmandatario dejó en el aire su participación en la cumbre del G20 prevista para noviembre en Johannesburgo. “Sin Estados Unidos, esa reunión pierde peso. Ya no es la misma”, lanzó Trump ante los periodistas.
Curiosamente, fueron dos figuras inesperadas quienes ayudaron a calmar los ánimos: los golfistas afrikáners Ernie Els y Retief Goosen, admirados por Trump, evitaron apoyar las acusaciones del expresidente, aportando un momento de distensión en un diálogo marcado por el choque de visiones.
Con la llegada reciente de decenas de afrikáners a EE. UU. bajo estatus de refugiados, el caso abre un nuevo capítulo de tensión racial, diplomática y mediática, que pone en el centro del debate la instrumentalización política del tema migratorio y la soberanía de las naciones africanas.