Fallece Sebastião Salgado, el fotógrafo que retrató el alma del mundo
Río de Janeiro, 23 de mayo de 2025. — Este viernes, el mundo perdió una de sus miradas más humanas y comprometidas: Sebastião Salgado, el fotógrafo brasileño que dedicó su vida a capturar la dignidad ...
Río de Janeiro, 23 de mayo de 2025. — Este viernes, el mundo perdió una de sus miradas más humanas y comprometidas: Sebastião Salgado, el fotógrafo brasileño que dedicó su vida a capturar la dignidad en medio del dolor y la belleza oculta en los rincones más olvidados del planeta, falleció a los 81 años.
La noticia fue confirmada por su familia y por el Instituto Terra, organización ambiental que cofundó junto a su esposa y compañera de vida, Lélia Wanick Salgado. La causa de su muerte fue una leucemia relacionada con un episodio de malaria contraída en 2010 en Indonesia, mientras realizaba su ambicioso proyecto fotográfico Genesis, una oda visual a la naturaleza intacta del planeta.
“Durante más de cinco décadas, junto a su pareja Lélia, creó una obra inigualable. Su legado está profundamente arraigado en la condición humana y en los desafíos medioambientales que enfrenta nuestro mundo”, expresó la familia en un comunicado.
Salgado no solo documentó la historia: la honró. Desde los campos de refugiados en África hasta las minas de oro en Brasil, pasando por guerras, migraciones, hambrunas y paisajes vírgenes, su lente fue testigo de lo que muchos prefirieron no ver, y lo tradujo en imágenes poderosas que abrieron conciencias.
Con series emblemáticas como “Trabajadores”, “Éxodos”, “La mano del hombre” y “Genesis”, Salgado construyó una obra de profundo contenido social y ambiental. Su estilo, en blanco y negro, sobrio y emocional, convirtió la fotografía documental en una forma de arte con ética y alma.
Su muerte deja un vacío incalculable en el fotoperiodismo mundial, pero su obra continúa hablando con fuerza. Cada imagen que dejó es una llamada a mirar más allá, a entender al otro y a defender la vida en todas sus formas.
Sebastião Salgado no solo fue fotógrafo. Fue cronista del dolor, testigo de la esperanza y un defensor incansable del planeta que tanto amó. Hoy el mundo lo despide con gratitud y sus imágenes, eternas, siguen iluminando los rincones más oscuros de nuestra historia.
