El Real Madrid golpea primero: un sólido último cuarto lo lanza ante un combativo Valencia Basket
El Real Madrid se impuso al Valencia Basket (89-75) en el primer duelo de la final de la Liga Endesa, gracias a una recta final arrolladora en la que impuso su jerarquía y profundidad de plantilla. Du...
El Real Madrid se impuso al Valencia Basket (89-75) en el primer duelo de la final de la Liga Endesa, gracias a una recta final arrolladora en la que impuso su jerarquía y profundidad de plantilla.
Durante los primeros compases del encuentro, el plan de Pedro Martínez surtía efecto. Su equipo lograba minimizar la influencia de Walter Tavares, obligándole a defender lejos de su zona habitual. El pívot caboverdiano, incómodo en esos minutos iniciales, tardó poco en recuperar sensaciones y convertirse en el pilar blanco.
Fue precisamente Tavares quien, con seis puntos consecutivos, lideró un parcial de 11-0 que enfrió el buen arranque del Valencia y marcó el primer gran giro del partido. A su estela se sumó un eléctrico Sergio Llull, con otros seis puntos casi seguidos entre el primer y segundo cuarto, para levantar al WiZink.
Pese al golpe, el equipo ‘taronja’ no se dejó intimidar. Recuperó el pulso desde la larga distancia en un tramo en el que los triples marcaron la pauta. En ese intercambio, Valencia salió mejor parado, con tres bombazos –dos de Costello y uno de Puerto– que neutralizaron un acierto de Andrés Feliz. Mientras el duelo se jugó en el perímetro, Tavares pasó a un segundo plano, pero regresó a escena justo antes del descanso para devolver la ventaja al Madrid (35-32, m.20), supliendo con puntos su discreta aportación reboteadora.
Badio enciende el partido, pero Madrid responde en bloque
La segunda parte arrancó con intensidad. En sus primeras cuatro posesiones, ambos equipos intercambiaron triples como si fuera un concurso de tiro. En ese toma y daca, el Valencia se adelantó gracias a un 2+1 de Jean Montero y, sobre todo, a una exhibición de Brancou Badio. El escolta senegalés firmó seis minutos de alto voltaje en los que anotó 15 puntos y llevó a los suyos a soñar con la campanada.
Pero el Real Madrid respondió con oficio y profundidad. Sin perder la compostura ni el plan, resistió los golpes con un juego coral en el que todos sumaron: Musa, Hezonja, Campazzo y un sobresaliente Andrés Feliz, que ofreció una actuación de máxima solidez durante todo el choque. El base dominicano impuso su ritmo y liderazgo con autoridad creciente a lo largo del curso. Pese a todo, al final del tercer cuarto, la ventaja blanca era todavía contenida (64-60, m.30).
Un parcial demoledor liquida el partido
Lo que parecía una renta mínima se convirtió pronto en una brecha insalvable. Como si hubieran recibido la señal definitiva, los de Chus Mateo salieron en el último cuarto con una confianza arrolladora. Un parcial de 14-4 rompió el partido, con Bruno Fernando cumpliendo con nota en la rotación interior mientras Tavares descansaba.
A partir de ahí, el Real Madrid no dio opción. Valencia se fue diluyendo y perdió claridad ante un rival que sabe perfectamente cómo manejar finales. Sin apuros y empujados por un WiZink que ya acumula 30 triunfos ligueros consecutivos en casa, los blancos cerraron el primer episodio de la final con autoridad y buenas sensaciones. La serie continuará este domingo, en el mismo escenario.