Residencia de Bad Bunny dispara uso del Tren Urbano en Puerto Rico: Más de 30 mil pasajeros en dos días
San Juan, Puerto Rico. – El impacto de la residencia artística “No Me Quiero Ir de Aquí” del reguetonero Bad Bunny no solo se siente en el escenario del Coliseo de Puerto Rico, sino también en el tran...
San Juan, Puerto Rico. – El impacto de la residencia artística “No Me Quiero Ir de Aquí” del reguetonero Bad Bunny no solo se siente en el escenario del Coliseo de Puerto Rico, sino también en el transporte público de la isla.
De acuerdo con la Autoridad de Transporte Integrado (ATI), más de 30,000 personas usaron el Tren Urbano durante los primeros dos días del evento, cifras que rompen con la baja demanda habitual de los meses de verano.
“Estamos viendo un patrocinio significativo, a pesar de que junio y julio suelen ser los meses con menor afluencia”, explicó el director ejecutivo de la ATI, Josué Menéndez Agosto.
El viernes 11 de julio, día del estreno del show, se registraron 17,000 usuarios, mientras que el sábado 12 el número fue de 14,000 pasajeros.
El Tren Urbano opera a máxima capacidad
La ATI ha reforzado las rutas de transporte hacia zonas estratégicas como Hato Rey, San Juan y el Viejo San Juan, y recordó que el servicio continúa siendo gratuito.
Menéndez Agosto aseguró que el Tren Urbano ya opera a plena capacidad, luego de estar parcialmente fuera de servicio tras un incendio ocurrido en la subestación Martínez Nadal el pasado 14 de mayo. Las últimas cinco estaciones fueron reactivadas justo el día del concierto.
Aunque esa subestación aún no ha sido reparada por completo, el sistema cuenta con tecnologías de respaldo para evitar nuevas interrupciones. La ATI evalúa si sustituirá los componentes dañados o reconstruirá la instalación en su totalidad.
El fenómeno Bad Bunny
La residencia de Bad Bunny se extenderá hasta el 14 de septiembre con una cartelera de 30 conciertos, todos en el Coliseo de Puerto Rico. El espectáculo mezcla música urbana con ritmos tradicionales como la bomba y ofrece un show con más de 20 bailarines y un repertorio de más de 30 canciones, incluyendo éxitos clásicos y temas de su último álbum.
Además del entretenimiento, la residencia ya genera efectos colaterales positivos en sectores como el turismo, el comercio local y el transporte público, consolidando el evento como uno de los más influyentes en la historia del espectáculo boricua.