Nepal bajo control militar tras ola de violencia, fuga de presos y renuncia del primer ministro
Katmandú, 10 sep (EFE).– Nepal vive horas de caos absoluto tras una masiva revuelta juvenil contra la corrupción y la prohibición gubernamental de redes sociales, que ha derivado en saqueos, incendios...
Katmandú, 10 sep (EFE).– Nepal vive horas de caos absoluto tras una masiva revuelta juvenil contra la corrupción y la prohibición gubernamental de redes sociales, que ha derivado en saqueos, incendios, destrucción y la fuga de más de 2,000 reclusos en todo el país.
El Ejército tomó el control de la seguridad la noche del martes y patrulla las calles bajo un toque de queda nacional que se mantendrá hasta el jueves. Sin embargo, las autoridades admitieron que los saqueos, incendios y muertes continúan en varias regiones.
Hasta ahora se han reportado 27 detenidos por actos violentos, la incautación de más de 30 armas en Katmandú y Pokhara, así como la recuperación de 3.37 millones de rupias (unos 25,000 dólares) producto de saqueos.
La crisis se intensificó con la renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli, forzado por la violencia, y el asalto e incendio del Parlamento. También fueron destruidos varios ministerios dentro del complejo administrativo Singha Durbar y la Corte Suprema, lo que paralizó el poder judicial e interrumpió indefinidamente todas las audiencias.
El sistema penitenciario colapsó: en Banke, un motín dejó cinco muertos por disparos policiales; en Kapilvastu escaparon más de 400 internos; en Gaur, 260; y en Kaski, al menos 773, luego de que multitudes forzaran las puertas de las prisiones y los guardias abandonaran sus puestos.
La crisis también alcanzó al transporte aéreo: todos los aeropuertos permanecen cerrados después de que manifestantes intentaran irrumpir en zonas restringidas del aeropuerto de Katmandú, ahora bajo control militar.
Nepal atraviesa así uno de los episodios de mayor inestabilidad en su historia reciente, con un vacío de poder tras la caída del Gobierno, instituciones incendiadas y la seguridad nacional en manos del Ejército.