Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica: cómo detectarla y por qué puede pasar desapercibida
Santo Domingo. – Este 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC), una jornada dedicada a concienciar sobre una enfermedad que, aunque de crecimiento lento, pued...
Santo Domingo. – Este 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC), una jornada dedicada a concienciar sobre una enfermedad que, aunque de crecimiento lento, puede convertirse en un desafío clínico serio si no se detecta a tiempo.
La LMC es un tipo de cáncer que se origina en las células productoras de sangre de la médula ósea. Un cambio genético en células mieloides inmaduras genera el gen BCR-ABL, transformando estas células en células leucémicas que se multiplican y se acumulan en la médula ósea, llegando a la sangre y, en ocasiones, a otros órganos como el bazo. Aunque la evolución suele ser lenta, existe riesgo de que se convierta en leucemia aguda, de rápido desarrollo y más difícil de tratar.
La enfermedad afecta principalmente a adultos entre 25 y 60 años, aunque también puede presentarse en niños. En las formas crónicas, las células leucémicas han madurado parcialmente, pero no cumplen correctamente su función defensiva. Estas células sobreviven más tiempo y superan en número a las normales, lo que puede retrasar la aparición de síntomas y hacer que muchas personas convivan con la enfermedad durante años sin saberlo.
Entre los síntomas posibles, aunque a menudo tardan en aparecer, se encuentran dolor óseo, fatiga, fiebre, pérdida de peso y apetito, sangrado fácil, sensación de saciedad con poca comida, sudoración nocturna y dolor o presión bajo las costillas por el bazo inflamado.
El diagnóstico inicial suele realizarse mediante un hemograma completo, que puede mostrar aumento de glóbulos blancos, células inmaduras y mayor cantidad de plaquetas. Para confirmar la LMC se realizan estudios complementarios como biopsia de médula ósea y análisis genéticos para identificar el cromosoma Filadelfia, marcador característico de la enfermedad.
Los especialistas destacan la importancia de la detección temprana, ya que un diagnóstico oportuno permite un tratamiento más efectivo y mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.