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Internacionales

Crece la presión global para refundar organismos internacionales clave

En medio de un escenario geopolítico cada vez más complejo, líderes y mandatarios de distintas regiones han coincidido en la necesidad de reformar —e incluso refundar organismos internacionales de gra...

Redacción • September 24, 2025 9:44 am
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En medio de un escenario geopolítico cada vez más complejo, líderes y mandatarios de distintas regiones han coincidido en la necesidad de reformar —e incluso refundar organismos internacionales de gran peso como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El debate sobre el papel de estas instituciones no es nuevo, pero en los últimos años se ha intensificado ante los cuestionamientos sobre su eficacia, transparencia y capacidad de respuesta ante crisis globales como la pandemia, los conflictos bélicos, la desigualdad económica y la gobernanza comercial.

Algunos gobiernos ya han pasado de las palabras a la acción. Un ejemplo contundente es el de Estados Unidos: el expresidente Donald Trump firmó en enero la retirada oficial de su país de la OMS, alegando que Washington aporta demasiado dinero en comparación con los beneficios recibidos. No era la primera vez que Trump emprendía esta medida, ya que en su primer mandato también la había ordenado, aunque su sucesor, Joe Biden, la revocó poco después. Esta vez, la salida entrará en vigor dentro de un año, a menos que se revierta nuevamente por decisión política.

La situación abre un debate más amplio sobre el futuro de la cooperación internacional. Mientras algunos mandatarios consideran que los organismos multilaterales han perdido legitimidad y deben ser reconstruidos desde cero, otros apuestan por reformas internas que fortalezcan su funcionamiento sin desmantelarlos por completo.

Lo cierto es que el cuestionamiento hacia estas instituciones refleja un cambio en la dinámica de poder mundial, donde las tensiones políticas, económicas y militares están empujando a los países a exigir mayor representatividad, equidad en la toma de decisiones y resultados más tangibles para los ciudadanos.

El próximo año será clave, ya que varias de estas discusiones se trasladarán a las asambleas y cumbres internacionales, donde podría definirse si la comunidad global avanza hacia una renovación profunda de sus organismos de gobernanza o si persiste el riesgo de fragmentación y debilitamiento del multilateralismo.