Policía admite que una de las víctimas del ataque en sinagoga de Manchester pudo morir por disparos de los agentes
El ataque perpetrado este jueves frente a la sinagoga de la Congregación Hebrea Heaton Park, en Manchester, continúa generando conmoción y nuevas revelaciones. La policía británica confirmó este viern...
El ataque perpetrado este jueves frente a la sinagoga de la Congregación Hebrea Heaton Park, en Manchester, continúa generando conmoción y nuevas revelaciones. La policía británica confirmó este viernes que una de las víctimas mortales podría haber recibido un disparo accidental de los propios agentes durante el operativo para detener al atacante.
El jefe de la Policía de Manchester, Stephen Watson, explicó que, según la evaluación preliminar del patólogo del Ministerio del Interior, una de las dos personas fallecidas presenta una herida compatible con un impacto de bala. Además, se indicó que una de las tres personas hospitalizadas también habría sido alcanzada por disparos efectuados en la escena.
El incidente ocurrió en pleno Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, cuando un hombre identificado como Jihad Al Shamie embistió con su vehículo a varias personas frente al templo y posteriormente atacó con un cuchillo a los congregados. Dos fieles judíos, Adrian Daulby (53) y Melvin Cravitz (66), perdieron la vida. Otros tres resultaron gravemente heridos. El agresor fue abatido en el lugar por la policía.
Watson aclaró que los disparos realizados provenían exclusivamente de los oficiales armados del GMP (Greater Manchester Police), quienes actuaron de manera urgente para evitar que el agresor ingresara a la sinagoga y causara una masacre aún mayor. “Lamentablemente, todo apunta a que una de estas lesiones fue una consecuencia trágica e imprevista de la acción tomada por mis oficiales para detener este brutal ataque”, reconoció en un comunicado.
Videos grabados por testigos muestran a agentes armados gritando instrucciones mientras apuntaban sus rifles hacia una persona tendida en el suelo. Según la versión policial, los disparos se produjeron en el preciso momento en que varios fieles intentaban bloquear el acceso del atacante al templo, quedando las víctimas “muy juntas” tras la puerta principal.
El anuncio se produjo justo cuando el primer ministro británico, Keir Starmer, visitaba el lugar para expresar solidaridad con la comunidad judía. El caso ha generado una fuerte discusión pública sobre el uso de la fuerza en situaciones de emergencia y las dificultades que enfrentan las autoridades en escenarios de ataques múltiples.
Por ahora, la investigación forense continuará para determinar con exactitud qué víctima fue alcanzada por las balas policiales. Lo que sí queda claro es que este episodio ha dejado no solo luto en la comunidad judía de Manchester, sino también un duro cuestionamiento sobre los efectos colaterales de la respuesta armada en medio de un ataque terrorista.
