Cómo disfrutar la Navidad sin subir de peso Claves prácticas para comer rico, saludable y sin remordimientos en las fiestas
La Navidad es sinónimo de celebraciones, reencuentros familiares y mesas repletas de comida, pero también es una de las épocas del año en las que más fácilmente se gana peso. Sin embargo, con pequeños...
La Navidad es sinónimo de celebraciones, reencuentros familiares y mesas repletas de comida, pero también es una de las épocas del año en las que más fácilmente se gana peso. Sin embargo, con pequeños ajustes en el menú, en las porciones y en los hábitos diarios, es posible disfrutar de las fiestas sin descuidar la salud ni la figura.
Especialistas en nutrición recomiendan revisar el menú navideño habitual y hacer modificaciones en las recetas para volverlas más saludables. Los alimentos que más calorías aportan suelen ser los grasos, como la carne roja, los embutidos y las salsas, así como los dulces tradicionales y las bebidas alcohólicas, por lo que su consumo debe ser moderado.
Entrantes más ligeros y mejor cocción
Una de las primeras medidas es reducir los entrantes grasos como quesos curados, fiambres y patés, y sustituirlos por platos de verduras y hortalizas en crudo, como ensaladas o crudités. Además de ser más saludables, si se cuida la presentación, pueden resultar atractivos incluso para los más pequeños, quienes también pueden participar en su preparación.
En cuanto a la cocción, las preparaciones al vapor, hervidas o a la plancha para pescados y mariscos son opciones ideales, ya que reducen considerablemente el aporte calórico en comparación con los fritos. También se recomienda cocinar con aceite de oliva y retirar el exceso de grasa con papel absorbente.
Los expertos aconsejan evitar los alimentos ultraprocesados, como salsas y aliños comerciales, y optar por versiones caseras con ingredientes naturales. En el caso del pan, es preferible el integral, ya que ayuda a absorber menos grasa, mientras que los panes con semillas o frutos secos deben consumirse con moderación por su mayor contenido calórico.
El postre también puede ser saludable
Para el cierre de la comida, una excelente alternativa es incorporar frutas exóticas o poco habituales. Cortadas en porciones pequeñas, pueden servirse como picoteo junto a los dulces tradicionales, reduciendo así el consumo de azúcar sin renunciar al sabor.
Control de porciones y trucos al servir
No solo importa qué comemos, sino cuánto comemos. Una estrategia eficaz es servir los platos principales directamente desde la cocina, en lugar de llevar grandes fuentes a la mesa, lo que evita las repeticiones innecesarias. También es recomendable usar platos más pequeños, cuidando siempre la presentación.
Comer fuera sin descuidarse
Cuando las celebraciones se realizan fuera de casa, es fundamental informarse del menú completo para elegir con conciencia. Comer despacio, masticar bien y pedir las salsas aparte ayuda a evitar excesos. En cuanto a las bebidas, lo ideal es priorizar el agua, aunque si se desea consumir alcohol, es preferible optar por vino tinto o cava en lugar de destilados.
Los días entre fiestas también cuentan
Los días intermedios entre celebraciones son clave para compensar los excesos. Mantener una rutina de comidas, no saltarse el desayuno y cuidar las meriendas ayuda a evitar el consumo de calorías innecesarias. Asimismo, no se debe abandonar la actividad física: practicar deporte en invierno puede aumentar el gasto calórico hasta en un 30%. Caminatas, paseos en grupo y actividades al aire libre son excelentes aliados.
Un balance inteligente
En definitiva, disfrutar de la Navidad sin subir de peso no implica dejar de comer lo que nos gusta, sino ajustar cantidades, elegir mejor los alimentos y mantener un equilibrio. Si la alimentación es variada y saludable durante todo el año, los excesos puntuales de estas fiestas pueden manejarse sin culpas, pero con responsabilidad.
