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Salud

¿Moda o salud? La verdad detrás de los batidos de proteína

En el último año, el consumo de batidos de proteína experimentó un notable auge en Estados Unidos, con un incremento del 9% en las ventas de suplementos de proteína, según datos de Statista. Esta info...

Redacción • May 23, 2025 10:47 am
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En el último año, el consumo de batidos de proteína experimentó un notable auge en Estados Unidos, con un incremento del 9% en las ventas de suplementos de proteína, según datos de Statista. Esta información, que bien puede posicionarse como un ejemplo, reavivó el debate sobre si estos productos son realmente beneficiosos para la salud o si su popularidad responde más a tendencias que a necesidades nutricionales reales.

De acuerdo con un reporte de TIME, expertos en nutrición y medicina advierten que, aunque los batidos de proteína pueden aportar ventajas en situaciones específicas, su uso indiscriminado puede acarrear riesgos y no siempre resulta necesario para la mayoría de la población.

Beneficios de los batidos de proteína

La conveniencia es uno de los principales atractivos de los batidos de proteína. Amy Bragagnini, dietista registrada y portavoz de la Academy of Nutrition and Dietetics, explicó a TIME que estos productos ofrecen una forma sencilla y rápida de aumentar la ingesta de proteína, especialmente útil para quienes disponen de poco tiempo para preparar desayunos o meriendas tras el ejercicio.

El consumo de proteína después de la actividad física resulta especialmente relevante para quienes buscan desarrollar masa muscular. La National Academy of Sports Medicine señala que el organismo aprovecha mejor este nutriente en la hora posterior al entrenamiento, y los batidos, al ser líquidos y fáciles de digerir, facilitan su incorporación en ese periodo.

Además, los batidos pueden desempeñar un papel importante en contextos médicos específicos. La doctora Shannon Dowler, miembro de la American Academy of Family Physicians, indicó a TIME que estos suplementos pueden ser de ayuda para personas que necesitan ganar peso de manera segura, como quienes atraviesan procesos de desnutrición o tratamientos médicos exigentes, por ejemplo, la quimioterapia. En estos casos, pueden complementar la alimentación y contribuir a cubrir los requerimientos nutricionales.

Limitaciones y riesgos potenciales

A pesar de sus ventajas, los batidos de proteína presentan limitaciones importantes. Bragagnini advirtió que estos productos no deben sustituir una dieta equilibrada y rica en nutrientes. “Quiero asegurarme de que las personas no añadan un batido de proteína para eliminar por completo los alimentos o comidas integrales”, afirmó la especialista.

El procesamiento es otro aspecto a considerar. Los polvos de proteína son productos altamente procesados y no equivalen a consumir alimentos ricos en proteína de manera natural. Bragagnini sugirió alternativas como yogur griego, semillas de lino, semillas de chía o mantequilla de cacahuete, que pueden reemplazar al polvo de proteína en la dieta.

La regulación de los suplementos alimenticios en Estados Unidos es menos estricta que la de los medicamentos recetados, lo que implica que no siempre se garantiza la veracidad de lo que indican las etiquetas. TIME detalla que, al adquirir batidos envasados, es fundamental revisar cuidadosamente la lista de ingredientes, ya que algunos productos pueden ser “simplemente bebidas azucaradas que contienen algo de proteína”, según la doctora Dowler.

Ciertos batidos comerciales incluyen edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar, ingredientes que pueden provocar molestias digestivas como hinchazón y gases, advirtió Bragagnini. Además, la doctora Dowler señaló que otros componentes, aunque no sean perjudiciales en sí mismos, pueden no ser adecuados para todos, como los lácteos en personas con intolerancia a la lactosa.

El exceso de proteína también representa un riesgo. Dowler alertó que un consumo elevado puede dañar los riñones en personas con problemas renales y provocar efectos adversos como estreñimiento, dolores de cabeza y mal aliento, según información de Mayo Clinic.

Cómo saber si se necesita más proteína

Determinar la cantidad adecuada de proteína es clave para evitar deficiencias o excesos. La American Heart Association recomienda una ingesta diaria de 0,8 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal. Para calcular el peso en kilogramos, basta con dividir el peso en libras entre 2,2.

Por su parte, la National Academy of Sports Medicine sugiere que las personas activas pueden requerir hasta 1 gramo de proteína por libra de peso corporal.

Si alcanzar estos valores resulta complicado, consultar a un profesional de la salud puede ser la mejor opción. “Van a poder analizar tus calorías, índice de masa corporal y otros aspectos de tu estilo de vida, como la cantidad de ejercicio que realizas”, explicó Dowler a TIME. De este modo, el especialista podrá ofrecer recomendaciones personalizadas para cubrir las necesidades específicas de cada persona.

Consejos para preparar o elegir un batido saludable

Para quienes optan por incorporar batidos de proteína en su dieta, existen estrategias para maximizar su valor nutricional. Añadir alimentos frescos como frutas y verduras permite enriquecer el batido con vitaminas, minerales y electrolitos. Dowler destacó que incluso ingredientes poco atractivos para algunos, como las espinacas, pueden integrarse fácilmente en un batido sin afectar el sabor.

La textura y la temperatura también influyen en la experiencia de consumo. Dowler mencionó que prefiere sus batidos “particularmente fríos” y “muy triturados”, e invitó a experimentar hasta encontrar la combinación más agradable.

Al elegir batidos comerciales, Bragagnini recomendó optar por aquellos con listas de ingredientes cortas y simples. Además, es aconsejable buscar productos que cuenten con certificaciones de calidad de terceros, que verifican la pureza y seguridad de los suplementos.

La información publicada por TIME subraya la importancia de no asumir que los batidos de proteína son necesarios para todos. Antes de incorporarlos de manera habitual, lo más recomendable es consultar a un médico o dietista registrado, quien podrá evaluar las necesidades individuales y orientar sobre la mejor forma de cubrir los requerimientos de proteína, ya sea a través de la alimentación convencional o mediante suplementos, si así se justifica.