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Salud

El tratamiento no invasivo que elimina el alcoholismo desde el cerebro

La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, ha desarrollado un tratamiento no invasivo para combatir la adicción al alcohol que actúa directamente en el cerebro. Se trata de la estimulación...

Redacción • July 17, 2025 12:58 pm
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La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, ha desarrollado un tratamiento no invasivo para combatir la adicción al alcohol que actúa directamente en el cerebro. Se trata de la estimulación magnética transcraneal repetitiva, una técnica de neuromodulación que ha mostrado resultados alentadores en pacientes que buscan dejar el consumo de alcohol.

Alejandra López Castro, investigadora del Instituto de Neurobiología de la UNAM, explicó que esta tecnología logra reactivar las zonas del cerebro afectadas por la dependencia, facilitando el control de impulsos y la reducción de las ansias de ingesta. "Disminuyeron la cantidad de consumo de alcohol y aumentaron los días en abstinencia", afirmó la especialista

¿Cómo funciona esta estimulación cerebral?

El tratamiento se realiza en la Unidad de Neuromodulación del Instituto de Neurobiología, en el campus Juriquilla, Querétaro, y es accesible para todo público. Mediante una bobina colocada sobre el cuero cabelludo, se generan campos magnéticos que atraviesan el cráneo y activan regiones específicas del cerebro asociadas con la toma de decisiones, la motivación y la regulación emocional.

"El procedimiento incentiva regiones como la corteza dorsolateral prefrontal y el núcleo accumbens, que en condiciones normales nos permiten valorar cosas como la familia o el trabajo. Pero en presencia del alcohol, esos estímulos pierden protagonismo", señaló López Castro. 

Con esta técnica, dichas regiones vuelven a recuperar su función, ayudando al paciente a romper el ciclo de la adicción.

Resultados positivos tras cuatro semanas de tratamiento

Hasta ahora, 48 personas han sido tratadas con este método, en sesiones individualizadas que se extienden durante cuatro semanas. El protocolo incluye 32 sesiones, con medición de zonas cerebrales antes y después del procedimiento, lo que permite observar los cambios generados por la estimulación.

López Castro añadió que el método también podría aplicarse para padecimientos como depresión, ansiedad o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, no es apto para pacientes con placas metálicas en la cabeza, antecedentes de convulsiones o lesiones cerebrales graves. "Esperamos conocer mejor los mecanismos que reducen las ansias y prolongan la abstinencia", concluyó.