Cómo opera la manipulación emocional en entornos laborales, personales y familiares
La psicóloga y escritora Claudia Nicolasa expone cómo opera la manipulación emocional en entornos laborales, personales y familiares, y comparte técnicas como el aplazamiento asertivo para recuperar e...
La psicóloga y escritora Claudia Nicolasa expone cómo opera la manipulación emocional en entornos laborales, personales y familiares, y comparte técnicas como el aplazamiento asertivo para recuperar el control, proteger la autoestima y tomar decisiones libres de presión.
Andrea (nombre ficticio) trabaja en una agencia de comunicación y marketing. Un día, su jefe Álvaro (también nombre ficticio) la llama inesperadamente a su despacho y le dice: “Quiero que lideres un nuevo proyecto de ‘branding’. Es urgente y muy importante para la empresa”.
Lo presenta como un halago, pero en realidad es una exigencia envuelta en presión emocional.
“La firma con la que trabajamos quiere ya mismo que le presenten las mejores ideas para gestionar su marca de manera efectiva, definir claramente su identidad y valores, posicionarse mejor en el mercado y crear una imagen positiva en los clientes y consumidores”, insiste Álvaro.
Y remata con una frase que suena a oportunidad, pero esconde una trampa: “No hay nadie más preparado que tú para liderar este proyecto, así que necesito que me digas hoy mismo si te pones al frente”.
Según la psicóloga y autora Claudia Nicolasa, este es un ejemplo claro de manipulación emocional, una forma de control sutil pero poderosa, que muchas veces pasa desapercibida.
“Algunos manipuladores, con perfiles maquiavélicos, consideran a las personas como instrumentos para lograr sus objetivos. Las valoran en función de cuánto las acerquen a sus metas y se creen con derecho a manipularlas para que actúen como esperan”, advierte en su libro Es manipulación y no lo sabes (Zenith).
Cuando reforzamos la manipulación sin querer
Nicolasa, quien también es creadora de contenido digital, explica que muchas personas caen en estas dinámicas dentro de sus relaciones de pareja, familiares o laborales, empujadas por su necesidad de afecto, validación o seguridad. Pero además de ser víctimas, a menudo también reforzamos ese control: cediendo por culpa, miedo al conflicto o por complacer.
“Estas dinámicas no solo perpetúan el poder que otros tienen sobre nosotros, sino que alimentan nuestras propias trampas mentales. Nos autosaboteamos, nos autoengañamos y tomamos malas decisiones, arrastrando a los demás en el intento de llenar nuestras carencias”, señala la especialista.
Técnica: el aplazamiento asertivo
Volviendo al caso de Andrea, Nicolasa relata que la paciente logró salir de la trampa gracias a una herramienta simple pero poderosa: el aplazamiento asertivo.
“Su jefe jugaba con las prisas, con su necesidad de agradar y demostrar que estaba a la altura. Pero Andrea ya había vivido situaciones similares, donde asumía cargas sin evaluar el alcance, se agotaba, y al final el crédito se lo llevaba otro”, explica Nicolasa.
Esta vez, Andrea respiró y respondió con calma:
“Muchas gracias por confiar en mí. Sé que es un cliente importante que merece lo mejor por nuestra parte, y por ello quiero reflexionarlo para darte una respuesta adecuada. Necesito revisar bien los tiempos y el alcance para valorar si puedo asumirlo con la calidad que requiere. Mañana por la mañana te confirmo”.
No fue un “sí” automático, ni un “no” evasivo. Fue una pausa estratégica que rompió el ritmo emocional que el jefe intentaba imponer.
“Cuando alguien quiere que tomes una decisión inmediata, casi nunca lo hace pensando en tu bienestar, sino porque sabe que si reflexionas, podrías decir que no”, aclara Nicolasa.
Autodefensa psicológica
Esa pausa permitió a Andrea recuperar el control, analizar su carga laboral, consultar con una compañera y tomar una decisión más informada. “Aunque parezca simple, esta técnica es muy eficaz: corta la manipulación en su fase inicial”, afirma la psicóloga.
Para entrenarse, Nicolasa sugiere preparar frases asertivas como:
- “Lo pensaré detenidamente, ya que es importante”
- “Prefiero reflexionar para darte una respuesta adecuada”
“Estas frases comunican madurez, autocontrol y una postura firme. Cuando sospeches que alguien está utilizando la manipulación en una conversación, aplaza tu respuesta. Así, desactivarás la presión y recuperarás tu capacidad de análisis y decisión libre”, subraya.
Otras herramientas contra manipuladores
En su libro, la autora también recomienda otras estrategias como el “banco de niebla”, que consiste en responder de forma neutral y vaga, reconociendo superficialmente lo que el otro dice sin comprometerse ni alimentar el conflicto.
El objetivo, dice Nicolasa, es fortalecer una autodefensa psicológica que nos permita identificar, resistir y neutralizar estos mecanismos de control emocional que, aunque sutiles, pueden tener un gran impacto en nuestra autoestima, salud mental y bienestar general.